Los poemas presentados desde diferentes cárceles del Perú dan una enseñanza de persistencia, terquedad y reconocimiento. Los años de silencio y soledad, de recogimiento en la prisión, no pasan en balde para quienes, con cierta sensibilidad especial, puedan encontrar en esa gratuidad de la poesía una manera de salvarse. Cuando uno se encuentra cara a cara con una persona en prisión, no tiene que juzgar, sino tratar de escuchar. Por tal razón, se invita a los lectores de estos poemas a que se apliquen en esta necesidad. Todos quienes han escrito estos textos han sido ya juzgados. Ahora solo esperan compartir las experiencias y su mirada al mundo desde ese lado oscuro.
232 páginas
14.5 x 20.3 cm
Encuadernación rústica
300 g
Español