A los ataúdes, a los ataúdes

Este poemario corresponde al tercer volumen (acto tercero) de la obra mayor de Pablo Guevara titulada La colisión. En el presente poemario, el tratamiento que le da Guevara a la metáfora del Titanic no es trillado, ni siquiera convencional, pues más que el hundimiento mismo de la nave interesa el encuentro de lo que Álvaro Mutis llama «los elementos del desastre». Más que el choque, a Guevara le interesa el desencuentro de las dos moles. El Titanic es la nave de la sociedad y, al mismo tiempo, la nave de los locos. En cambio, el iceberg llamado «poesía» solo transporta a Westphalen y a otros del mundo de los poetas a su destino. La verdadera colisión es el acto poético.