Poeta e investigador literario, Antonio Sarmiento Anticona nació el 3 de diciembre de 1966, en Chimbote. Desarrolló desde muy joven una importante carrera poética, revelándose con una voz personal. En 1985 ganaría el Primer Puesto en los Juegos Florales de poesía de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, donde realizó estudios de Ciencias de la Comunicación y Educación. Es uno de los miembros más destacados de la Generación Poética del Noventa. En 1996 fundaría el Movimiento Cultural Anunciación y la revista “Pecado original” con un grupo de escritores con quienes impulsó múltiples actividades artísticas, conferencias y recitales. Su obra alcanzaría reconocimiento nacional con la obtención del Premio Copé de Oro de la XVII Bienal de Poesía, organizada por Petroperú, el 2015, con el libro “La Colina interior”, libro de esencia chimbotana, donde el poeta da pie a sus recuerdos de infancia, en la Florida, elevada a la categoría de jardín espiritual o ciudad edénica. Ese libro también revive pasajes del terremoto de 1970.
Ha publicado los poemarios: Metamorfoseo orgásmico (1994), Cantos de castor (1999), Ojo madre (2000), Tontas canciones de amor (2002), El junco y la tormenta (2004), La soledad de Sigfrido (2010), Tiempo tatuado en la piel (obra poética, 2015), La colina interior (2016), Sin piloto automático (2018), Tierras que demoran al sur (2021); el libro de historietas Ángeles caídos (2002); las antología líricas de su generación: Veinte cadáveres exquisitos (1997), Luz hecha a mano (2002), El oficio de desnudarse. Nueva poesía chimbotana (1997); y los libros sobre estética: Técnicas de restauración poética (2008), Teoría de las micciones (2010). Además, mantiene inéditas algunas obras teatrales: El cuerpo de Bernardo Alas, El bronce del general y Torta de chocolate.
El 2019 recibió la Llave de la Ciudad de Bellavista, distrito del Callao donde el poeta reside. Ese mismo año fue elegido, junto con muchos artistas y deportistas destacados del Perú, para portar la antorcha de los Juegos Panamericanos. El 2021 obtuvo la distinción de poesía “Juan Ojeda” de Chimbote.