Este libro es un homenaje a Jacinto Jijón y Caamaño, ilustre arqueólogo ecuatoriano, que vivió la etapa fundacional de la arqueología de su país y del Perú. Sus estudios fueron hechos desde una perspectiva que, sin proponérselo, asumieron una postura crítica ante la disciplina que en su momento estaba en su fase de fermentación en nuestros países y América en general. Se abrieron, entonces, dos líneas de investigación, una que lideraba la academia norteamericana instalada por Franz Boas y representada por Alfred L. Kroeber, y la otra, con la casi única participación de Jacinto Jijón y Caamaño, que tenía una impronta humanista de matriz europea.
354 páginas
22 x 32 cm
Encuadernación cartoné
2140 g
Español