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06 Jul2025

Eudocio Ravines: El hombre construido de sombras

Christian Elguera trama y envuelve al lector con el supuesto libro inédito de Mariátegui que Ravines habría mantenido en su poder.

Por: José Vadillo Vila, periodista (*)

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La ausencia de Eudocio Ravines (1897-1979) de los anales de la historia política del Perú del siglo XX es elocuente: el cajamarquino carece de bustos, estatuas, fotografías y panegíricos.
Su ausencia es paradójica porque Ravines representa mejor aquellos adjetivos que se han forjado casi como sinónimos del político: ruin, corrupto, conspirador, traidor.
Ravines fue, desde su juventud, hábil para la política. Cercanísimo a José Carlos Mariátegui, a quien supo ganarse por su conocimiento del marxismo; fue amigo y posterior némesis de Víctor Raúl Haya de la Torre. Fue fundador del APRA y, luego, secretario general del Partido Comunista Peruano. Se dice que su mejor herencia es la histórica división de la izquierda peruana.

Estuvo presente en momentos importantes de la historia política del Perú, también participó de momentos determinantes en Europa y América, como la Guerra Civil Española y el golpe a Salvador Allende, además de tener cercanía a personajes como el líder soviético José Stalin y ser informante de la CIA norteamericana.

El político cajamarquino y su pluma sumaron a estos ilustres pergaminos cinco deportaciones por parte de presidentes peruanos. Para unos fue el político solitario más sagaz. Para otros, se trató del político más abyecto que el país dio durante el siglo pasado.

El hombre de las mil caras, nuestro Rasputín de exportación. Su vida se resume en el comunista que se volvió en el más contumaz anticomunista. El liberal a ultranza, autor del más célebre del libro del anticomunismo: La gran estafa (1951).

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Para la Literatura, Eudocio Ravines resulta fascinante: hombre calculador, cercano a personajes claves, y cuyo rostro y sombras -que dejó exprofesamente- ofrecen un enorme potencial para la ficcionalización.

Los últimos tres años han aparecido títulos que buscan acercarnos a su imagen. Por un lado, llegó a librerías una edición actualizada de El deportado (2023), la biografía que escribió Federico Prieto Celi.

Desde la ficción propiamente dicha, los narradores Rafael Dumett y Christian Elguera Olortegui nos han presentado sus propias versiones de este personaje a quien caracterizó una frialdad para toma calculadas decisiones.

Dumett entregó a imprenta El camarada Jorge y el Dragón (2023), la primera parte de lo que proyecta como una trilogía sobre la vida Ravines. El trabajo de Dummet se puede resumir como una mirada más ligada a lo tradicional de la novela histórica.

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Los espectros (2025) le valió a Christian Elguera el Premio Copé de Oro de la IX Bienal de Novela «Premio Copé 2023». El narrador huanuqueño opta por construir su obra desde una polifonía de narradores, que van desde el propio Ravines en el ocaso, pasando por el editor en las sombras de La gran estafa; Víctor Raúl Haya de la Torre en su estancia en Europa; César Vallejo; José Carlos Mariátegui; y «Alberto», un investigador sobre Ravines, entre otros. El juego de tiempos y personajes se prolongan desde la década de 1920 hasta el siglo XXI y permiten, desde la ficción, comprender mejor al personaje.

La novela de Elguera también parte de una investigación rigurosa sobre Ravines, pero se toma más libertades que Rafael Dumett a la hora de construir el personaje y su contexto sociopolítico.

Por ello, en el texto que leyó durante la ceremonia de premiación de la IX Bienal de Novela Premio, el narrador nacido en Tingo María explicó que su novela es más cercana al trabajo del «traductor purpurado»: con las licencias que otorga la ficción literaria se comprende mejor al personaje histórico.

Christian Elguera trama y envuelve al lector con el supuesto libro inédito de Mariátegui que Ravines habría mantenido en su poder. Otro es el Ravines de casi un siglo que vuelve al Perú desde México en una misión secreta: evitar que un joven investigador ponga los reflectores sobre la opacidad que buscó siempre ser.

Es un personaje obsesionado en cumplir a cabalidad las tareas que le encomiendan «los espectros». A quien no importa la familia que dejó en Chile y de su Cajamarca natal sólo tiene los recuerdos de la pobreza y de su madre trabajando de sol a sol.

Este Ravines es casi una máquina. La vida sentimental parece estorbarlo. Incluso un supuesto deseo homosexual, es sólo una de las fachadas que asume para cumplir las tareas encomendadas.

El Ravines de Elguera -que le tomó seis años de escritura- es más exagerado, un espíritu turbio, casi sin conexión con lo humano, camaleónico y vestido de heterónimos.

Este Eudocio Ravines de ficción es proteico, ya que se trata de un instrumento expedito de «los espectros»: poder sin rostro que mueve los hilos de la política y la historia de la humanidad para sus intereses. ¡Eh ahí, en esta versión, la explicación de sus acciones, de los cambios de rumbo que asume Ravines en el Perú, Chile, México, Estados Unidos, México: su pluma es un punzón temido, pero su inteligencia siniestra es un soldado de las órdenes que cumple diligentemente!

Si bien hay pasajes de la novela que se hacen más lentos, sobre todo las ligadas al mundo de las ideas políticas; otras son más ágiles, y acercan la obra a la novela negra. Así, Los espectros, como unidad, es una trabajo literario sólido. La ficción le sirve a Elguera para quitarle la careta a los políticos. Ya lo decía Nietzsche: «Todo lo que es profundo ama la máscara».

(*) José Vadillo Vila es periodista y escritor. Ha publicado los libros Historias a babor, Hábitos insanos, Apus musicales, El largo aliento de las historias apócrifas y Mostros. Como cantautor tiene los álbumes Elemental (2002) y Primera parada (2016).

Fuente: guik.pe