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El Gran Teatro Nacional fue escenario de la ceremonia de reconocimiento a los ganadores del Premio Nacional del Cultura (PNC) 2019. Los galardones fueron entregados el miércoles 11 de diciembre por el presidente de PETROPERÚ, Carlos Paredes Lanatta, y la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales del Ministerio de Cultura, María Elena Córdova Burga.
El ganador de la categoría Trayectoria fue Miguel Rubio, director del famoso grupo teatral Yuyashkani, mientras que en la categoría Buenas Prácticas se premió a la Asociación Cultural Selvámonos, dirigida por Leonel Igersheim.
El presidente de PETROPERÚ felicitó a los ganadores. Asimismo, destacó que reconocimientos como el Premio Nacional de Cultura fortalezcan la valoración de nuestras identidades, reafirmando el proceso creativo y de cultura en nuestro país. En ese sentido, el funcionario dijo que la petrolera estatal mantiene su compromiso de respaldar esta iniciativa del Ministerio de Cultura, pues contribuye a promover personas, motivando a generaciones a seguir aportando al desarrollo del Perú.
Por su parte, la viceministra María Elena Córdova saludó el aporte y trayectoria de PETROPERÚ no solo por el PNC, sino también por el Premio Copé, los libros del sello Ediciones Copé y la actividad de las exposiciones artísticas en el Centro Cultural de la Empresa.
Miguel Rubio Zapata fue reconocido en la categoría trayectoria por la importancia que tiene su aporte creativo en la percepción «de quienes somos y cómo estamos», es decir, una concepción sobre nosotros mismos en la perspectiva de movilización de nuestro presente para construir un futuro más promisorio. Cabe resaltar que Rubio es dramaturgo, escritor y director de teatro. Ha demostrado profundo interés por la cultura peruana, identidad nacional, violencia política y expresiones artísticas contemporáneas. Además, resalta por su labor como director del destacado grupo teatral Yuyachkani.
La Asociación Selvámonos resultó ganadora en la categoría Buenas Prácticas Institucionales. El reconocimiento del jurado calificador fue recibido por Leonel Igersheim, su actual director. El premio le fue concedido por haberse convertido, en sus diez años de existencia, en un festival innovador al conseguir la generación de resultados a múltiples niveles: la circulación local y global de la música nacional, la profesionalización de la gestión cultural, la descentralización de la oferta, la integración de múltiples expresiones culturales, y la difusión de proyectos musicales a escalas nacional e internacional.