Volver a noticias
15 Oct2012

Una semana más de la exposición “El Puente Q’eswachaka: ingeniería y tradición andina”

 

Ampliamos la exposición hasta el 21 de octubre en la Sala de Arte de Petroperú. Disfruten de un recorrido gráfico y fílmico por los conocimientos y rituales asociados a  la renovación de este milenario puente en el Cusco.

En vista de la gran acogida por parte del público, Petroperú ha ampliado por una semana más, hasta el domingo 21 de octubre, la exposición “El Puente Q’eswachaka: ingeniería y tradición andina”, que se presenta en la Sala de Arte del Centro Cultural Petroperú (Av. Enrique Canaval Moreyra 150, San Isidro). La muestra estará abierta de lunes a viernes de 11.00 am a 8.00 pm, y los sábados y domingos de 10.00 am a 4.00 pm. El ingreso es libre.

La muestra, organizada junto al ministerio de Cultura, entrega una visión del proceso de renovación del puente Q’eswachaka, ubicado sobre el rio Apurímac, en el distrito de Quehue, provincia de Canas, región Cusco; el mismo al que convergen cada año, durante el mes de junio, los habitantes de las cuatro comunidades quechuas del distrito para renovar esta estructura colgante, a base de sogas hechas de fibras vegetales, denominadas Q’oya, y mantener así su identidad andina.

La exposición trata sobre los conocimientos, prácticas y rituales asociados a la renovación de este puente, único en su género, y que se encuentra casi en su estado original, siendo retejido de generación en generación, por más de cinco siglos en los andes peruanos.

El espacio tiene un área de infografías, otra de fotografías del proceso constructivo, además de la proyección permanentemente de un completo documental que lleva el mismo nombre. Las fotografías están a cargo de Miguel Ángel Hernández, Kiyoko Abarca y Max Ferrandiz Adriazola. El montaje está a cargo del Proyecto Qhapaq Ñan (Ministerio de Cultura) y Petroperú. El video fue elaborado por el Ministerio de Cultura.

Esta renovación constituye una sorprendente faena comunal que amalgama una serie de elementos culturales, como la ritualidad ancestral andina, la organización tradicional, el refuerzo de los vínculos familiares y vecinales, y la festividad expresada en la música y la danza. Las técnicas de elaboración datan de por lo menos 600 años, y estos saberes, transmitidos de padres a hijos, permiten la vigencia de esta joya prehispánica.

Aprovecha y no deje pasar la oportunidad de visitarla. Tienen una semana más. Los esperamos.