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06 Ene2016

Discurso de honor del profesor Eduardo Hopkins en premiación de la V Bienal de Novela

El profesor Eduardo Hopkins brindó un discurso de honor en la ceremonia de premiación de los ganadores de Premio Copé 2015, en representación al Jurado Calificador de la V Bienal de Novela. A continuación el texto completo:

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PRESENTACIÓN DE HONOR

EN REPRESENTACIÓN DEL JURADO CALIFICADOR

DEL PREMIO COPÉ DE NOVELA 2015

 

Sobre la obra ganadora “En la ruta de los hombres silentes”

de Juan José Cavero Benítez.

Señor Germán Velázquez, Presidente del Directorio de Petróleos del Perú.

Estimados amigos.

 

Quiero felicitar al señor Juan José Cavero Benites por haber sido reconocido como ganador de la V Bienal de Novela “Premio Copé 2015”.

En la ruta de los hombres silentes, es una novela en torno a un inmigrante chino de origen cantonés, quien llega a Perú contratado para servir en un ingenio azucarero poco tiempo antes de la Guerra del Pacífico. Asistimos al relato de las experiencias dolorosas del personaje y sus compatriotas acompañantes de infortunio, desde el inicio de la navegación desde el puerto de Cantón hasta el largo periodo de servicio en el campo.

Posteriormente, la intervención del ejército chileno invasor le dará la oportunidad de recuperar su libertad e iniciar un extenso viaje que le permitirá trasladarse por diversas regiones del territorio.

El personaje Xi Lu, cuyo nombre significa aproximadamente “oeste – este”, es un viajero que ha venido del oriente hacia occidente y cuya ruta final lo conduce al este del territorio peruano.

Si bien la novela da cuenta de la situación conflictiva de los pobladores chinos, mestizos, andinos y selváticos, se concentra especialmente en el tratamiento de la problemática individual del protagonista, quien no deja de ser un observador de la compleja realidad social del país.

Converge en la novela un conjunto de tradiciones narrativas cuya problemática formal e ideológica es superada con solvencia en su particular realización. Desde esta perspectiva, observamos que, por un lado, contiene elementos de novela histórica, con especial atención al tema de la migración china, así como al de la Guerra con Chile. Es también deudora de la llamada novela regional, aunque su orientación específica tiene que ver con la novela de la selva. Sin embargo, no encontramos en el relato de Cavero una subordinación a las convenciones y a los tópicos correspondientes a tales tradiciones genéricas. Específicamente, en lo que concierne a las convenciones narrativas y estilísticas de la novela de la selva, se rompe con los estereotipos al concentrar la acción del relato en la constitución de un proyecto exitoso de realización personal, en el que se busca permanentemente la expansión de los horizontes individuales.

Los esquemas que suelen orientar el tratamiento descriptivo de la naturaleza amazónica la asumen en tanto otredad mítica, paradisiaca o infernal, excesiva, abismal, caótica, indomable, extraña, misteriosa, impenetrable, destructora, devoradora, en fin, obstáculo insuperable ante cualquier proyecto humano. Una concepción sobredimensionada de la selva anula al individuo y exige adoptarla como eje del relato. Al postular una visión no solamente diferente, sino opuesta a estas concepciones mitificadoras, en la obra de Cavero la selva, sin perder su grandeza, se objetiviza y deja de ser el personaje principal.

Para Xi Lu, las relaciones con el ambiente de la selva y sus habitantes humanos deben regirse por principios de respeto, conocimiento, regulación, control y protección. Por otra parte, la novela desplaza el tratamiento del aspecto aterrador e irracional de la jungla hacia la conducta de las personas que portan rasgos definitivos de barbarie, crueldad, voracidad e inhumanidad.

El personaje enfrenta la naturaleza agresiva de la región amazónica mediante un saber ancestral que se alimenta sin prejuicios de los saberes indígenas, totalmente novedosos para su experiencia. No es el típico sujeto absorbido solo o con su pareja femenina por la selva. Recordemos, al respecto, las frases finales de La Vorágine (1924), del escritor colombiano José Eustasio Rivera: “Ni rastros de ellos. ¡Los devoró la selva!”. Tampoco se trata del individuo que se decepciona, se lamenta, fracasa, muere o enloquece en medio de las inacabables metamorfosis de la naturaleza. Él es un experto herbolario formado en China, cuya capacidad para comprender las propiedades de las plantas locales le otorga una singular maestría. Sus saberes son su protección. Aunque aprecia las cualidades estéticas de la selva, ésta carece para él de un interés contemplativo, lírico o místico. Tampoco está limitado en lo que tiene que ver con sus viajes a la región amazónica. Va y viene a esta, según lo requiera su oficio.

En cuanto al tratamiento del migrante chino, usualmente juzgado por la sociedad peruana del siglo XIX y comienzos del siglo XX como un ser endeble, sumiso, silencioso, incomprensible, distante, vicioso, asistimos, en cambio, a la construcción de un personaje de perfiles heroicos, para quien la amistad, la solidaridad, el amor, la justicia, la defensa de su libertad y su saber, así como la armonía interior, son factores fundamentales en la constitución de su vida. Coinciden con sus principios de conducta las prácticas que propone la doctrina de Confucio: cortesía, tolerancia, buena fe, diligencia y generosidad.

La relación con la mujer es un tema frecuente en el imaginario de la novela de la selva, en la cual lo femenino indomable es exhibido como una extensión de la libertad y la sensualidad primitiva en la naturaleza. Estamos ante un esquema metafórico generalmente vinculado con la ideología colonizadora que procura descubrir los medios para dominar adecuadamente la amazonia. En el texto de Cavero, se incorpora esta temática, aunque desde una posición afectiva interpersonal, en la que se propone una reorientación de los impulsos depredadores con la finalidad de alcanzar estabilidad en la relación de pareja. Si hay una visión utópica en la novela, es la del amor. De todos modos, se puede percibir cierta ironía en el método utilizado para regular la conducta femenina, asumido como alternativa extrema de transposición del deseo a un plano de satisfacción o compensación de carácter simbólico.

La estructura de la novela se apoya en interpolaciones de bloques narrativos, cuyo ritmo y sintaxis acentúan la dinámica espacial y temporal en la que se involucra el protagonista desde el plano de su configuración interior y en sus relaciones con el mundo externo. De esta manera, la historia personal y la historia social se vinculan sin hacer concesiones a la fatalidad o al determinismo.

Constituye un aspecto revelador, tanto de la problemática social como de los intereses más íntimos del personaje, la serie de alucinaciones y sueños, en la que la realidad vivida se amplifica y disloca por medio de lo grotesco, lo alegórico y lo simbólico. Xi Lu es una figura volcada hacia el futuro, para quien el pasado tortuoso, que es una especie de selva que se reproduce interminablemente, es un lastre inevitable al que debe sobreponerse para construir su trayectoria vital. Despertar es un alivio frente a la alienación onírica, gracias al cual puede proseguir con sus planes de apertura a nuevas proyecciones.

 

Muchas Gracias

 

Prof. Eduardo Hopkins Rodríguez
Miembro del Jurado Calificador de la V Bienal de Novela
Premio Copé 2015
Representante de la Academia Peruana de la Lengua