Alejandra Ruiz León

La ciencia es universal. Esta es una frase que solemos escuchar en ambientes científicos y de divulgación y que además repetimos como si fuera un dogma del conocimiento. Usualmente usamos esta frase para referirnos a la universalidad del conocimiento científico, es decir, que los conceptos son los mismos en todos los países del mundo. Por ejemplo, las leyes de la termodinámica funcionan igual en cualquier lugar, o que los elementos que conforman una molécula de agua son siempre los mismos. Cuando decimos que la ciencia es universal también nos aproximamos a otras preguntas importantes: ¿La ciencia se puede desarrollar en cualquier lugar? ¿Y por cualquier persona? ¿O qué hace que ciertas disciplinas se desarrollen en determinados lugares?

Aunque estas preguntas nos parezcan abstractas o complejas de responder, son fundamentales para entender cómo se desarrolla la ciencia en nuestros días, es decir, entender qué características presentan los países que los hacen más propensos a desempeñarse en determinadas disciplinas, o ser un lugar atractivo para los científicos. Si valoramos el carácter universal de la ciencia, también debemos detenernos a entenderlo.

Para responder a estas preguntas, un equipo internacional de investigadores multidisciplinares estudió qué factores influyen en que la ciencia sea universal. El grupo de investigación, liderado por la Dra. Lili Miao de la Universidad de Indiana Bloomington, analizó más de 30 millones de publicaciones científicas de 143 disciplinas publicadas por investigadores en 217 países entre 1973 y 2017. Los investigadores analizaron únicamente publicaciones en inglés, porque consideraban que estas tenían como objetivo compartirse con el mundo entero, y no solo dentro de un país. Al mismo tiempo, se centraron solo en publicaciones en revistas científicas ya que es un mecanismo usado por otros científicos para divulgar sus resultados de investigación.

De esta forma, los investigadores pudieron identificar cómo los países elaboran “productos científicos” es decir conocimiento que busca ser transmitido dentro de sus comunidades científicas y que se suma al conocimiento universal de la ciencia. A partir de esta información, los investigadores pudieron identificar qué países se dedican a determinadas disciplinas y qué factores influyen en esta decisión. En el caso de Perú, las disciplinas en las que mostramos mayor especialización son la botánica, la antropología y arqueología, la agricultura y ciencias de los alimentos, salud pública y servicios. De lo contrario, nuestra falta de recursos económicos limita nuestra participación en la bioquímica y biología molecular, la investigación sobre el cáncer, la ingeniería industrial y la física aplicada. Lo último no significa que nuestro país no desarrolle estas disciplinas si no que no desarrolla tantos productos como aquellos países en los que estas disciplinas si son una prioridad.

 

¿Qué país investiga qué?
Los investigadores escogieron ocho disciplinas representativas para entender qué países exportan más conocimiento científico y de qué disciplinas. Los factores históricos, de geografía y de recursos naturales influyen en el desarrollo de la botánica, la antropología y la arqueología, las ciencias agrícolas y alimentarias y las políticas públicas y servicios sanitarios. Mientras que países con mayores recursos económicos y prioridades políticas desarrollan más las áreas de bioquímica y la biología molecular y el cáncer y la ingeniería industrial y física aplicada. Fuente:  “The Latent Structure of Global Scientific Development”, Lili Miao y autores. Publicado en Nature Human Behavirour, Junio 2022.

Como explican los investigadores que un país sea conocido por desempeñarse en una disciplina no es algo que se produce al azar, más bien hay factores sociales que influyen en que los países tengan la infraestructura y los recursos para generar conocimiento. Los factores estudiados por el grupo de investigación de la Dra. Miao fueron la geografía, la historia, la tradición científica y las condiciones económicas del país. Por ejemplo, el Perú es un país megadiverso y con muchas áreas naturales protegidas. Las características de nuestro territorio hacen que sea idóneo para la investigación botánica, ecológica, y de conservación. Otro ejemplo, sería Chile donde las regiones montañosas y los terrenos remotos han hecho que se un territorio propicio para la astronomía, convirtiéndolo en un país clave para esta disciplina. Respecto a la historia, algunos países cuentan con gran patrimonio histórico para la antropología y la arqueología como puede ser Egipto o México, o países como Reino Unido que mediante su pasado colonial ha desarrollado estas disciplinas. Además, determinados países también siguen tradiciones científicas, uno de los casos más destacables son los países de la Antigua Unión Soviética que a la fecha mantienen altos números de producción científica en disciplinas como la física aplicada.

Es evidente que la capacidad económica de un país también tendrá un gran impacto en cuántos productos científicos pueden ser desarrollados en dicho país. El quehacer científico necesita de fondos económicos para financiar sus investigaciones, a quienes las realizan, y a los lugares donde se realizan. Como indican los investigadores, la relación con el desarrollo económico y el desarrollo científico ya ha sido estudiado en el pasado. La novedad del estudio mencionado es que los investigadores observaron que los recursos económicos hacen que los países sean más competitivos científicamente porque les permite desarrollar una variedad de disciplinas, haciendo a sus portafolios de investigación más flexibles y adaptables a las necesidades y los recursos.

Las conclusiones de este estudio son fundamentales para los científicos pues les permite conocer que factores influyen en el desarrollo de sus disciplinas. Pero es especialmente importante para la creación de políticas públicas para el fomento de las ciencias. Con esta información los países pueden balancear dos opciones que parecen contrarias: escoger un número limitado de disciplinas en los cuales ser competitivos o desarrollar un numero más grande que les permita una mayor representación y flexibilidad. Investigaciones como el de la Dra. Miao son importantes para situaciones en las que la universalidad de la ciencia se ve impactada por los recursos económicos, sociales y humanos, dejándonos la pregunta si nos enfocamos en aquellas disciplinas para las que tenemos una base previa, o si nos aventuramos por desarrollar un mayor número de disciplinas para cubrir mayores áreas de investigación.