Soledad Mujica

La Fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo, Cusco, es una de las más tradicionales, originales y populares expresiones religiosas del sur andino peruano. Esta festividad se ha ido definiendo a lo largo de los siglos gracias a la cohesión de los fieles en torno a su fe y religiosidad, pero también por las singulares expresiones rituales que los portadores han creado y en las que la representación teatral, la danza y el canto juegan un rol fundamental para transmitir la devoción. Hoy día cerca de veinte expresiones coreográficas agrupan a los fieles y constituyen el sello de identidad de Paucartambo. Se trata de un interesante caso de salvaguardia de la expresión festiva como también de las danzas con las que los grupos culturales expresan su fervor.

En términos de acciones para la salvaguardia y la promoción de la propia festividad, cabe destacar algunos logros que distinguen a este culto de modo particular y que enorgullecen a sus portadores, siendo uno de ellos la coronación canónica de la imagen por el Papa Juan Pablo II, durante su peregrinaje al Perú en 1985. En aquella visita, el Sumo Pontífice ofreció este homenaje a tres advocaciones de la Virgen María, la Virgen de la Puerta de Otuzco (La Libertad), la Virgen de Chapi (Arequipa) y la Virgen del Carmen de Paucartambo. Unos años más  tarde, en el 2006 se logra la declaratoria de la Fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo -por el Instituto Nacional de Cultura- como Patrimonio Cultural de la Nación[1],  mientras que en el año 2010 las cuadrillas Qhapaq Negro, Qhapaq Qolla, Qhapaq Chuncho y Saqra recibieron del mismo INC el reconocimiento como Personalidad Meritoria de la Cultura Peruana[2], en mérito a su antigüedad, a su importancia histórica para el culto a la Virgen así como para la construcción de la identidad cultural de la población de Paucartambo.

Según la tradición popular, la danza Qhapaq Negro de Paucartambo sería una evocación de la vivencia de los africanos esclavizados quienes, desde el siglo XVII, padecían martirio en las haciendas de la zona de Kosñipata, aledaña al pueblo de Paucartambo. En el siglo XVIII, al instalarse el culto a la Virgen del Carmen en Paucartambo, un grupo de ellos habría escapado de la hacienda y buscado refugio a los pies de esta sagrada imagen. Se cuenta que, habiendo advertido tal presencia, los hacendados dispusieron que en castigo fueran encadenados a las andas de la Virgen, por siempre, lo que para ellos significó una bendición más que un tormento. En todo caso, esta expresión forma parte de un hermoso y diverso universo de danzas pan-andinas conocidas como negros, negrerías, morenadas, que son representaciones -por el poblador andino originario- del dramático hecho de la esclavitud.

Por ello, se dice, en el universo de representaciones coreográfico-teatrales que son parte de la festividad de Paucartambo, la danza Qhapaq Negro es una de las preferidas de la Mamacha Carmen, como se llama con cariño a esta figura mariana. Así, junto a los Qhapaq Chuncho y a los Qhapaq Qolla, esta cuadrilla tiene la responsabilidad y el privilegio de situarse, tanto en la liturgia como en las procesiones, al pie del anda de esta venerada figura religiosa para ofrecerle su canto y su danza en una experiencia religiosa que conmueve tanto a los portadores como a los devotos y al público que tiene el privilegio de presenciar la fiesta. 

En el caso de los portadores de la danza Qhapaq negro -los integrantes de la Cuadrilla Mayor Qhapaq Negro de Paucartambo-, es relevante la trayectoria desempeñada a lo largo de las últimas décadas para la gestión y la salvaguardia, tanto de la festividad como de la propia danza. En términos del respeto ganado por la cuadrilla ante la sociedad civil local, es altamente demostrativo el que hayan logrado establecer un cargo wasi o casa del cargo, de propiedad del colectivo. Se trata de un espacio que permite a la cuadrilla reunirse y preparar cada una de sus participaciones rituales en los días de la festividad. Este cargo wasi se obtuvo gracias a la magnánima donación de la profesora Gregoria Villalba Calderón, quien cedió en propiedad a la cuadrilla, en 1991, su parte de una hermosa casona colonial en Paucartambo.  La generosidad de la señora Villalba da cuenta de su fe en la Virgen, pero también de su reconocimiento de la representatividad de este grupo, y fue el detonante de un esfuerzo voluntario y colectivo sin precedentes y de largo aliento pues más de una década tomó adquirir y remodelar la casona para su nuevo fin, empresa en la que la cuadrilla fue respaldada por múltiples familias paucartambinas como por devotos de la Virgen del Carmen.

La formalización y representación legal ha sido una de las preocupaciones del líder de los Qhapaq Negro en los últimos años, el señor Fredi Villagarcía, por ello, desde el año 2011, la cuadrilla está inscrita en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP, con la denominación de Asociación Cultural Cuadrilla Mayor Qhapaq Negro de Paucartambo. Esta titularidad permite al grupo, de manera eficaz y transparente, gestionar fondos, acceder al sistema financiero, a fondos concursables, a programas del Estado, o presentarse ante una embajada para obtener una visa, por citar algunos ejemplos de gestión.         

Gracias al prestigio de que goza, como a su capacidad de articulación, la cuadrilla Qhapaq Negro ha representado al país en múltiples certámenes compartiendo su experiencia de gestión y salvaguardia. Para estas participaciones ha recibido el apoyo del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Relaciones Exteriores como también de Promperú, entre otras instituciones. Así, se han presentado en el Seminario Nacional de Políticas Públicas para las culturas Populares y Encuentro Sudamericano de las Culturas Populares organizado por la Secretaría de la Identidad y de la Diversidad Cultural (Brasilia,  Brasil, 14 al 17 de setiembre de 2006); en el VIII Encuentro para la Promoción y Difusión del Patrimonio Inmaterial de Países Iberoamericanos  organizado por la Corporación para la Promoción y Difusión de la Cultura (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 8 al 14 de setiembre de 2007), en el XVI  Festival de L’imaginaire organizado por la Maison des Cultures du Monde (Paris y Vitre, Francia, 10 al 16 de mayo de 2012), en el Festival Internacional de Macao, organizado por Macao Association for the Promotion of Exchange between Asia-Pacific and Latin America (Macao, China, 18 al 20 de diciembre de 2012).  

Gracias al influjo y cariño que ha suscitado la cuadrilla Qhapaq Negro de Paucartambo en la región Cusco, son diversas las cuadrillas de Qhapaq Negro que han aparecido en distintas festividades de diversos pueblos de esta región. Estas se inspiran en la original cuadrilla de Paucartambo y su aparición es entendida por estos no como una apropiación o copia de su patrimonio, sino como un reconocimiento a la original forma de esta expresión de devoción, así, comprenden este fenómeno desde una voluntad inclusiva y con el deseo de que esta danza  crezca, sirva también a otros pueblos como vehículo de su fervor católico, fortalezca la religiosidad popular de Cusco y se convierta en un símbolo de la identidad cultural de Cusco.

Pero este trascender ha llevado el crecimiento de la cuadrilla más allá de las fronteras del país pues, en el año 2014, un grupo de peruanos residentes en Santiago de Chile solicitó formar una cuadrilla Qhapaq Negro en la capital chilena con el propósito de venerar a la imagen de la Virgen del Carmen de la Iglesia de Santo Domingo, la cual ya era celebrada por compatriotas con danzas tradicionales de Paucartambo como de otras regiones de nuestro país. Es así como el Guiador (autoridad mayor de la danza) del Qhapaq Negro de Paucartambo y los Mayorales (jefes de fila), viajaron a Santiago para enseñar la danza y transmitir de manera directa las costumbres y tradiciones asociadas a su práctica. Hoy, a casi una década de la creación de esta cuadrilla, familias peruanas y chilenas están unidas -bajo el manto de la Virgen del Carmen- y en torno a esta expresión, sostenidas por la amistad, el respeto, la fraternidad y la integración. De este modo se muestra claramente la capacidad del patrimonio cultural inmaterial de hermanar a grupos de distintos orígenes y propiciar una convivencia solidaria y pacífica.

El singular camino andado por este colectivo cultural -muy brevemente narrado en este artículo- ha sido recogido en un completo y hermoso libro titulado Qhapaq Negro, Paucartambo, Nuestra Historia[3], en el cual se relata, desde la voz de los portadores, el devenir reciente -las cinco últimas décadas- de esta tricentenaria cuadrilla de danza, una historia de espiritualidad, solidaridad, fervor, amor, compromiso, disciplina y visión de futuro alrededor de una tradición viva y cohesionadora. Este libro ha sido editado de modo colectivo y para el bien común, pues la recaudación por su venta servirá para contribuir a la restauración del templo de Paucartambo, en un virtuoso círculo que comprende creación, transmisión, identidad y salvaguardia, dejando ver también el vínculo estrecho entre patrimonio inmaterial y material.    

[1] Resolución directoral nacional N° 543/INC-2006

[2]Resolución directoral nacional N° 1733/INC-2010

[3] Quienes deseen adquirir el libro pueden dirigirse al correo electrónico luisandrespp@gmail.com